PUDIENDO SER MAR
Yo prometí besarte
como jamás
te habían besado
y la sed de mis labios
bebió de tu boca
hasta la última gota
de todo tu ser.
Te entregué noches
suaves, filosas,
de espinas y rosas
con toques de miel;
y una necesidad honda,
total, imperiosa
de respirarme tu aliento
y sentirte en la piel.
Todo fue poco
o poco fue todo,
eso depende,
según el criterio
con el cual recuerdes
aquéllos momentos.
Yo solo sé
que no fuiste capaz
de aplacar tanta sed.
Me quedó tu sabor
entremezclado
con un dulce lejano.
No sé si fue poco,
no sé si fue todo...
Pero te recuerdo desierto
pudiendo ser mar.
Eve V.Gauna Piragine
Bello poema, Eve. Muy dulce y sentido en su amplia nostalgia. Un gusto visitarte, Poetisa.
ResponderEliminarEl gusto es mío, es un placer para mí . Un beso.
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