EL DULCE DOLOR
Eran otros tiempos
donde el beso enardecía los sueños
y las palabras se alimentaban
de largos silencios.
Labios mudos que llenaban los espacios
con caricias que nunca preguntaban.
Desnudos de recuerdos
en una entrega mas allá del pensamiento
condenados al pecado
que peca por inocente, por devoto
a la pureza simple del amor.
Atrapados, perplejos
entre una sonrisa y una lágrima
que desprendían
la intensidad del instante
mientras la verdad y la idea
batallaban con nuestras realidades.
Los huesos de lo que fuimos
no descansan en paz.
donde el beso enardecía los sueños
y las palabras se alimentaban
de largos silencios.
Labios mudos que llenaban los espacios
con caricias que nunca preguntaban.
Desnudos de recuerdos
en una entrega mas allá del pensamiento
condenados al pecado
que peca por inocente, por devoto
a la pureza simple del amor.
Atrapados, perplejos
entre una sonrisa y una lágrima
que desprendían
la intensidad del instante
mientras la verdad y la idea
batallaban con nuestras realidades.
Los huesos de lo que fuimos
no descansan en paz.
Eve V.Gauna Piragine
Me gustò muchisimo Eve, siempre es bueno lo que escribìs. Mis respeto con admiraciòn.
ResponderEliminarGracias Marcela, siempre tan gentil amiga! Un beso inmenso.
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