SILENCIOS DE MÁRMOL
Te hablaría del perfume de las flores
mientras nuestros ojos
se sumergen en una temblorosa
última gota de rocío,
lágrima del llanto de una noche
desbordadamente deliciosa.
Te confesaría mi ayer casi olvidado
y sonreiríamos de mis tantos olvidos.
De seguro intentaría convencerte
que no hay destino que nos gobierne
y sin embargo,
estabas en mi vida
desde siempre, aún antes de conocerte.
Te contaría que te besaba en las auroras,
que sentía tu alma en cada ocaso,
que los arrebatos
de mis manos eran búsquedas
de la textura inconfundible de tus manos.
No imaginas como te amaría
ahora mismo
cuanto te estoy amando.
Pero tengo este herrumbre
drenándome las venas
y la piel adormecida en cobardías,
cuando un latido desborda de mi cuerpo
envejecen ocasos y auroras.
Y el silencio de mi boca
es de mármol.
Eve V.Gauna Piragine
Bello, Eva.
ResponderEliminarGracias Alfredo. Un beso inmenso.
Eliminar"Te diría que te besaba en las auroras que sentía tu alma en cada ocaso" que hermoso. Un beso Eve :)
ResponderEliminarGracias Enrique, es un placer inmenso tu visita poeta. Un beso.
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