LA TIBIEZA NUEVA
Un cigarrillo después
llegó la noche
con sus garras afiladas
de viejas ausencias
temblando silencios
reclamando gemidos
ostentando necesidades.
Me encontró
con los huesos al aire
y la piel en el alma
con las manos vacías
pero con los ojos llenos
y recordé como se sentía
creer que en mi vida
te anunciabas.
La noche se hizo sangre
para entibiarme el corazón.
Eve V.Gauna Piragine
Me encontró con los huesos al aire y la piel en el alma... ¡Qué decir! Grande, Eve, grande. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Alfredo, siempre tan exquisito en tus comerntarios.Un beso inmenso.
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