DE TODOS Y DE NADIE
De nuevo se presenta ella
con sus ojos profundamente oscuros
son fosas vacías llenas de muertes
donde yacen los huesos
desintegrados de los días.
No queda nada de ellos.
Amiga de siempre
amante incondicional eterna
se extiende como un lagarto
a lo largo y a lo ancho
habitando los espacios y en confianza
se va acomodando para quedarse
como de costumbre, un rato
que a veces parece infinito
y otras en cambio, un manojo tacaño
de tiempo que se escabulle entre los dedos.
Su lengua inquieta y muda
penetra por todos los poros del aire.
Ramera hija de los excesos
hermana gemela de la luz
en su versión negra, se mecen
entre sus senos los secretos del alma
en esos momentos de fuerzas y flaquezas
guardiana de lágrimas y goces
testigo de lo prohibido y permitido
viciosa prostituta de vicios ajenos.
Diosa que a capricho convoca
a sus pies ángeles o demonios.
Dulce inconsciencia que se ofrece
a descansar la conciencia.
Es ella, esa criatura misteriosa
a la que llamamos noche.
Eve V.Gauna Piragine
¡MAGNIFICO! Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarAgradecida siempre por tu lectura Alfredo y por la generosidad de tus palabras. Un beso inmenso.
ResponderEliminar¡Noche!...
ResponderEliminar"...Es ella, esa criatura misteriosa
a la que llamamos noche..."
Bello poema, saludos!!
Gracias Juan Carlos por tu lectura y tus palabras. Un beso inmenso.
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