LA MUERTE DE UNA ROSA
En la cadena de tu condena
con recuerdos
eslabonados
fui el quiebre estruendoso
del hoy con tu pasado.
No quise ser
la palabra-promesa incierta
de un mañana esquivo
sino el grito urgente
del presente
que se clavó en tus oídos.
Por ti fui martillo, clavo,
grito de luz infinito.
Te entregué todos los océanos
en una lágrima, comprimidos
y te ofrendé en un grano de arena
todos los desiertos del mundo.
Y tú dejaste morir una rosa
en una noche de frío...
No tienes perdón.
Eve V.Gauna Piragine
Acrílico: “La Dama de Rosa”
De Marcela Nuñez de la Rosa
De Marcela Nuñez de la Rosa
Eve:
ResponderEliminarVi el link de tu blog en FB, me dio curiosidad, vine y me encontré con un excelente espacio. Muy buenas poesías, no quería salir sin decírtelo.
Con tu permiso, me quedo como seguidor.
Un abrazo.
HD
Gracias HD. Eres bienvenido, un placer. Un besito.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar