ÚLTIMO NACIMIENTO
Más que sonrisa siempre fue
una mueca de cortesía
de esas que parecen asegurar
que la estabilidad con su calma
existen y tienen continuidad
a través del tiempo.
Vestía a diario una soledad caracol
remota casi indiferente
como sí no perteneciera a esta realidad
donde todo es un ir y devenir
un caer y levantarse
para seguir caminando.
Sin embargo su presencia
dejaba entrever la ausencia total
de estos traspiés mundanos
gestados en el vientre
circunstancial de los días.
Tenía los ojos de un color ausente
brillando desde el fondo
de una mirada serena
inmutablemente húmeda.
Más de uno alguna vez
creyó ver en esos ojos una voz
confortable y tranquila
pronunciando un cómplice "te escucho".
Y a menudo fue eso, el recipiente
donde apenas conocidos
vaciaban sus problemas y quejas
encontrando ese oído confidente
que suele ser tan necesario y por ello
de manera espontánea se busca.
Lo que nunca fue es historia.
Jamás se conoció nada de su vida
ni en pasado ni en presente
ni siquiera un deseo y menos una pena.
El hecho de que ya no esté
es algo sorprendentemente inesperado
una burla al común entendimiento
de esos pocos que acostumbraban
al menos por momentos pequeños
cruzarse con esa figura esquiva.
Pasa muchas veces que algunos
prefieren no colgarse un cartel que rece:
"Cuidado, Suicida en Nacimiento"
aunque siempre supo que eso era.
Eve V.Gauna Piragine