miércoles, 29 de julio de 2015

PUEDE QUE NUNCA









PUEDE QUE NUNCA




Arrullo entre mis manos
esta mirada de alas rotas
de finales sin principios
de búsquedas desesperadas
filosas 
casi enajenadas
carentes de certezas.
No creo llegar a divisar tu rostro
entre un millar de rostros
ni alcanzar a percibir tu nombre
que debe haber anidado 
en el centro del clamor 
de alguna multitud.
Y tu voz?
Tu voz ese espectro silencioso
esa cascada floreciente
en la aridez mía de cada día
ese hilo de seda 
desde donde se sostienen la luna 
y las estrellas
y se mecen
en el ramaje lejano del cielo
iluminando el remanso nocturno
de mi soledad.
Tu voz nunca escapa del trasueño.
Sin embargo me entrego 
de nuevo a la desventura
de aventurarme a buscarte.



Eve V.Gauna Piragine

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