martes, 22 de noviembre de 2011

EL GRITO ( de soledad de un alma)






EL GRITO

 ( de soledad de un alma)
        



Yo escuché tu grito,
desgarrador, doloroso,
desesperado;
amalgama de carne,
sangre y algo de color
en ese cuadro.




Yo escuché tu grito
y hay noches en que todavía
me parece escucharlo,
como si escapase
por momentos de la pintura
que lo tiene encerrado.




Yo puedo escuchar tu grito
tan cercano a mi
como si me estuviese acechando,
se mezcla con mis latidos,
con mi respiración
y por dentro me va desgarrando.




¿Por qué dejaste tu grito ahí
para siempre y por siempre plasmado?
¡No puedo olvidar mi propio grito
si el tuyo me lo esta recordando!


      
 Eve V.Gauna Piragine


 (Cuadro de Edward Munch, parte de
       su obra capital "El friso de la vida")

viernes, 18 de noviembre de 2011

AUSENCIAS

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 AUSENCIAS




Ya no voy a intentar
dilucidar los motivos
ni tratar de entenderlos.
Solo sé que cuando
te busqué...no estabas.
No sé sí fue esto
una circunstancia
una causa o un efecto.
Qué importancia puede tener?
Solo no estabas...
Eso fue lo cierto.
Ya no tiene relevancia
el intento de ver más allá
de lo que mis ojos vieron.
No estabas.
Tu ausencia reveló aún más
de lo que nunca quise saber
y me quitó la sonrisa grácil
de la simple ignorancia.
No... no quiero saber más nada.
Ya es demasiado saber
que no estabas
cuando te busqué.



   Eve V.Gauna Piragine

sábado, 12 de noviembre de 2011

REDÍMEME

















 
REDÍMEME




 

Qué importancia 
puede tener
que mis sentimientos
sean un agónico ser
náufrago
en las oceánicas palabras
de los demás...?
Qué puede
importarme saber
que en los confines
de todas mis sonrisas
siempre encontraré
el principio ineludible
de una lágrima...?
Por qué tendría que ser
importante el hecho
de qué mi vida
no sea copia fiel
de los versículos
leídos
de una Biblia...?
Hoy solo soy
lo que ves,
ni más ni menos
que mi Propia Verdad.




Eve V.Gauna Piragine

sábado, 5 de noviembre de 2011

VOCES DE LA NOCHE




        

 VOCES DE LA NOCHE



De las entrañas mismas de la noche
se desgarran rumores incesantes,
filosos ecos, como voces,
de lenguas negras y punzantes.
Penetran en la calma de mis oídos,
invaden los laberintos de mis venas
y cristalizan cortándome la sangre.
Son antiguos ejércitos de anhelos
vencidos en injustos avatares
reclamando al tiempo la clemencia
de un digno sepulcro en el olvido.
Son suspiros crucificados en carne viva,
deseos fracasados, mal envejecidos,
ruinas de sueños abatidos
sobre ruinas de sueños agonizantes.
Una densidad oscura de sonidos
tiñe la noche delirante
y la vuelve aún más noche...
Entonces yo percibo las palabras
que murieron sin llegar a pronunciarse.
     

 Eve V.Gauna Piragine