OLVIDANDO LO APRENDIDO
A veces esperamos tanto pero tanto que sentimos que ya no podemos esperar.
La soledad es endémica, hoy en día es una epidemia que padecen millares de hombres y mujeres. Por qué esas soledades no se encuentran y desaparecen?
Porque somos seres que hemos sufrido y el dolor dejó su marca, nos convirtió en incrédulos, desconfiados, escépticos, nos enseñó a no otorgar ni siquiera el beneficio de la duda en nombre de una supuesta lógica.
Recordamos con nostalgia que antes todo era distinto, pero nosotros eramos distintos, no nos privábamos del derecho a soñar hasta el punto de la fantasía, nos permitíamos creer hasta lo increíble, eramos capaces de obviar el peligro, de caminar por cualquier cuerda floja sin la seguridad de tener una red que nos salve del golpe.
El miedo a que nos lastimen, a sufrir, se llevó toda esa osadía casi inocente y acá estamos, a salvo en medio de nuestra soledad.
Pero vivir es sinónimo de reír, de llorar, de soñar, de fracasar, es darnos la posibilidad de equivocarnos en el intento de acertar, de apostar por alguien más allá de perder o ganar. Perder o ganar qué? Sí cada momento vivido a pleno ya es momento ganado.
Vivir es peligroso, eso hemos aprendido. Pero no podemos quedarnos viendo como otros toman el riesgo y viven. Nadie puede vivir por nosotros y debemos hacerlo porque se vive solo una vez.
Hoy les deseo a todos un "compañero de vida" para no vivir a medias, les deseo la valentía necesaria de no quedarse en la espera sino arriesgarse a perderse en la búsqueda, les deseo la locura suficiente para ignorar el miedo que nace en el dolor aprendido y poder ignorarlo como si nunca hubiese sido, para así poder recuperar todos los momentos no vividos y vivirlos, porque mientras estemos vivos nunca es tarde, así se tengan cien años, para amar y que nos amen no hay edad.
Y porqué en medio de tanto rigor, después de haber perdido se disfruta aún más de lo logrado y porque después de haber sufrido se aprende a apreciar mejor la felicidad.
Eve V.Gauna Piragine