NO ME ESCUCHAS
Mi voz emerge
de la nocturna melodía
de los grillos
acariciando la espera
para poder ser música
en tus oídos.
Mi voz pretende ovillarse
en una semilla
que germine
en una vibración cósmica
y así,
llenarte de silvestrías
el alma.
Aún no me escuchas.
A pesar del vacío
habitado de frías
indiferencias
la calma de mis palabras
continúa intentando
superar el desgano.
Mis manos, ciegas
a toda distancia,
siempre buscan tus manos
mientras que tu existencia
se desgrana lenta
en una repetición rígida
de días donde no estoy.
Mis labios incansables
te siguen hablando...
a pesar de saber
que aún no me escuchas.
..
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